Allá donde va, se monta una.
Las efemérides con las que coincide Basurama comenzaron en los funestos días del 11 al 14 de Marzo de 2004. Y desde entonces, allá donde vamos, siempre ocurre algo histórico o, al menos, relacionado con la basura.
Cuando llegamos a México DF, hace ahora un mes, los periódicos estaban llenos de noticias sobre las revueltas de los recolectores informales de basura («pepenadores» en mexicano) que viven en uno de los vertederos más grandes de latinoamérica: el Bordo Poniente, situado en el borde del Distrito Federal, que es una de las dos entidades administrativas en las que se asienta la ciudad de México. En este mes hemos estado intentando enterarnos de cómo funciona el ciclo de la basura en esta ciudad y, aún seguimos intentándolo sin lograrlo.
Esta ciudad, la más grande de la tierra desde hace más de 30 años, es también la que más basura genera en México, no sólo en términos absolutos, también es la que más genera per cápita. Hay estados más industriales, pero las ciudades siempre superan las previsiones más tremendistas en lo que a residuos se refiere.
Produce un tercio de la basura de toda la república mexicana. México produce al año unos 30 millones de toneladas de residuos (dicen que es uno de los diez países que más basura genera en el mundo, es ésta la ciudad que yo conozco que más presume de sus calamidades -los que más coca-cola consumen del mundo, la más grande, la más contaminada, etc., etc., etc.-. Todos los estados de la república mexicana producen, de media, 340 kg de basura per cápita al año, y el DF produce 530 kg per cápita al año, (lo cual es muy poco en comparación con los 760 kgs anuales per cápita que sus vecinos del norte producían en 2000. Si bien la república genera unos modestos 900 gramos por persona y dia, (esas son cifras de «país emergente») el DF llega a los 1,45 kilos. (Diario Milenio, 18 de agosto de 2008) Todo ello sin contar, por supuesto, con la polución de los automóviles, que la pondrían en los niveles de generación residuos de los países del norte.
Por estas entre otras razones, aquí todavía el gran negocio que es la basura está repartido entre muchos agentes, que estudiamos antes de venir y que vamos viendo en cada esquina. Por ejemplo, el de la foto es un «romano», porque va montado en una cuádriga de un sólo famélico caballo. Se los ve sólo cerca del vertedero -o tiradero como dicen por aquí- y es allí donde también viven. De hecho, los vistosos colores de la caja de su carro no son -sólo- una celebración -más- de los famosos tres colores de las banderas de México e Italia, son en realidad el distintivo de que él mismo y su carro pertenecen al sindicato de recolectores que trabajan en el tiradero del Bordo Poniente. Para que os hagáis una idea de a quién se refieren cuando hablan de «revueltas de pepenadores».
Pero ésta de la generación masiva de basura, las duras condiciones de vida de los pepenadores que viven en los vertederos y todo el proceso de la basura en el DF, es una historia que sólo vamos a tocar ligeramente. Nosotros, en las próximas tres semanas, nos vamos a dedicar a los pepenadores de calle, es decir, a los que llamábamos «carretoneros» -van con su carro-, cuya labor nos parece más rica a nivel urbano y creativo. Vamos a aprender con ellos y a luchar, sobre el asfalto, en el espacio donde reina el verdadero rey de México: el automóvil.
Además, ya se han hecho muchos trabajos tremendistas sobre la vida en los vertederos…
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Sea lo que sea lo iremos contando por aquí. El resto de información estará en la web del proyecto: RUS México DF dentro del proyecto Residuos Urbanos Sólidos (RUS). Pronto con toda la información.