He leído hoy en elmundo.es un interesante artículo sobre un lugar llamado Dandora. Dandora es uno de los vertederos más grandes de África y está situado junto a Korogocho, un precario poblado de unos 900.000 habitantes situado en la periferia de Nairobi, ciudad fundada por los colonos británicos en 1899, declarada capital de Kenia en 1905 y que a día de hoy rondará los 3.000.000 de habitantes. El nombre de Nairobi, según Wikipedia, proviene de la frase masai Enkare Nyorobi, que significa el lugar de aguas frescas»; pero sin embargo parece ser más conocida popularmente como «Ciudad Verde en el Sol».
Varios vecinos de Korogocho, encabezados por John Webootsa, han lanzado una meritoria campaña denominada «Stop dumping death on us» («Basta de echarnos muerte encima»). En ella denuncian las enfermedades que sufren y que son provocadas por la inhalación de los humos de la incineración de los desechos, por la ingestión de vegetales o el consumo de animales que viven y crecen en suelos contaminados, por beber agua portadora de grandes concentraciones de sustancias tóxicas, etc. Y, aprovechando el Día Mundial de los Derechos Humanos, reclaman su derecho más importante, el derecho a vivir, que pasa por el cierre del vertedero y la descontaminación de la zona.
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La historia de Dandora no es nueva. La hemos visto en Lima, Caracas, Santo Domingo, Mumbai,…, os hemos hablado de los casos de Managua, de El Cairo… y somos conscientes de que existen muchas más Dandoras en todas partes del mundo y quizá mucho más cerca de lo que creemos. El modo de vida occidental basado en el consumo y la explotación descontrolada de recursos naturales origina, cuando se importa en países menos desarrollados para beneficio de dudosos gobiernos, empresas multinacionales y aprovechados de todo tipo carentes de escrúpulos, una escalada vertiginosa de las desigualdades sociales que tiene como objetivo que siempre pierdan los mismos (muchos) para beneficio de los de siempre (pocos). Estos vertederos descontrolados son un significativo ejemplo de ello. Sirva pues este post para difundir la campaña de Korogocho utilizando las nuevas herramientas de comunicación para intentar equilibrar un poco la balanza.
Buena reportaje y llamada de consciencialización.
Grave es que es el problema de toda Africa