No, no es un luchador de lucha libre mexicana. Osvaldo es un pepenador (un recolector informal de basura) del DF, un fierrovejero (un chatarrero). Su hermano afirma que fue Dragón Rojo, un legendario luchador de los ochenta que se retiró, magullado, sin haber perdido la máscara. Como en México todo es posible, tal vez sea cierto.
Hemos conocido a ambos en las últimas semanas, y de hecho Osvaldo es nuestro pepenador de cabecera en esta ciudad. El jueves estuvimos pepenando con él por la Colonia Ejército de Oriente, a unos cuantos kilómetros de su casa, que está en la colonia Loma Bonita, en la Ciudad Nezahualcoyotl, ya en el estado de México. Y la verdad es que no encontramos nada. Osvaldo sólo trabaja «puro» cartón y metal, y ese negocio es siempre irregular, aunque cuando funciona, no está mal pagado.
Osvaldo compra el metal del que quiere deshacerse la gente, y luego lo revende al peso o como objetos en un tianguis (rastro) que se celebra cada miércoles en el barrio, del que hablaremos en futuros posts. Si la gente lo ha tirado a la basura, él tiene que comprárselo al del camión, que lo ha recogido gratis -el camionero tiene un sueldo fijo de la municipalidad- pero que lo ha separado del resto de la basura a través de unas personas que trabajan para él y que abren las bolsas para ver si dentro hay algo de valor. Aquí no se encuentra NADA de basura por la calle. Lo máximo son montones de restos de la pepena de otros recogedores, y eso sólo ocurre en barrios lejanos al centro- el centro hitórico está limpio cual patena-. Prácticamente todo es recogido por la compleja cadena de la basura en el DF, así que Osvaldo siempre tiene que pagar por ella, lo cual acaba con la definición de basura que alguna vez hemos utilizado, esa que dice: «basura es todo aquello que ha perdido su valor de cambio pero no su valor de uso».
Camina cada día de los que trabaja -que no son todos- y dice que puede ganar entre 300 y 500 pesos (entre 20 y 33 euros) al día, mucho más que en una fábrica, pero que no está asegurado y es irregular. Por otro lado también puede no ir a trabajar cuando quiera aunque cuando no vaya no cobre. Sin embargo, trabaja con su patrón, un cuate suyo desde chavitos (un amigo del barrio), Paco, el dueño del almacén de fierro viejo loma bonita, que le compra el material que le lleva a 2,2 pesos (unos 20 céntimos de euro). Lo revende a 12 pesos al por menor, si te deja escogerlo, y a 2,4 pesos a la fundición – un camión que viene una vez al mes aproximadamente y se lleva 12 toneladas-. Él le tiene «en plantilla», lo que hace que le ayude cuando tiene un accidente o que si no hay mucha chamba (trabajo), le ponga a echar una mano en el almacén. En el depósito se acumula cartón 0,9 pesos/kg, fierro y botellas de plástico (PET) 1 peso/kg.
Hace tiempo tuvo una furgoneta, luego construyo él mismo un carrito del que tiraba un burro -que fue atropellado en una accidente de tráfico por el que recibió 1000 pesos (unos 70 euros) de indemnización-, a ese carrito le unió una bicicleta -que se descompuso- y ahora tira él mismo de su carrito de 100 kilos en el que carga hasta 400 más. La foto es del transporte, por en medio del asfalto, de parte del material -265 kilos de fierro, un refri (nevera) y dos armarios de electricidad- que le hemos comprado a su patrón y que vamos a utilizar en el taller que ya arranca el domingo a las 12h de la mañana.
El taller comenzará con una clase magistral de Osvaldo sobre pepena y construcción de carritos, sobre cómo manejarse entre los autos del DF sin morir en el intento y también, porqué no, una pequeña explicación de porqué alguien que, como él, estudió hasta dos años de secundaria está razonablemente contento siendo pepenador, y teniendo cuatro hijos de entre 5 meses y 12 años.