Ensuring the future of food

O lo que es lo mismo:
CADA VEZ QUE UN JAPO SE COME UNA HAMURGUESA DIOS MATA UN TAMAGOCHI

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Hace poco me encontré con unas fotos de neveras y me puse tierno…el caso es que desde entonces se me ha abierto el apetito por las noticias relacionadas con el estómago.
No estoy descubriendo nada si os digo que durante muchos siglos la comida fue la principal fuente de residuos de diferentes civilizaciones y un enorme quebradero de cabeza (no hay mas que ver como olí­a Roma hasta que inventaron las cloacas).

estas manchitas blancas y negras que se ven son vaquitas de 400 kilos

El caso es que con la revolución industrial y el mercado global la influencia de las costumbres culinarias en el ecosistema de una región ha cambiado mucho y no necesariamente para mejor.
En nuestro caso hemos pasado de la dieta mediterránea y los guisos de la abuela a la comida rápida y la bollería industrial, ciertamente esto no resulta muy preocupante mas allá de cómo se vea uno con los pantalones de turno pero en otros paises donde la geografía impide la cria de ganado o los pastos extensivos (estoy pensando en paises montañosos o con mucha costa) los nuevos y globalizados gustos suponen un problema cada vez mayor.

Os imagináis que los dela izquierda decidieran comer lo mismo que los de la derecha…

En estos casos la mayoría de los productos han de ser importados lo que hace necesario que otros lugares del mundo dediquen una gran extensión de su suelo a producir excedentes a los que muchas veces no tienen acceso.
En ocasiones se producen situaciones tan pronográficas como la de Brasil: Lula ganó sus primeras elecciones con el programa hambre cero mientras su pais es el principal exportador de carne bovina del mundo.

Como veis el desequilibrio y la dependencia están servidos, una nueva muestra de la «globalización» mal entendida.

Pero no es solo eso, también hay que sumarle al proceso el coste económico y medioambiental que implica la importación de productos tanto en gastos de envio (¡ay el petróleo!) como en almacenamieto (cámaras frigoríficas que consumen energía a tutiplen), como en el mantenimiento de las propiedades de los alimentos (los imprescindibles E 249-252)…para acabar en la  inevitable pérdida de calidad del producto.

Todo esto para deciros que el ví­deo de los japos que aparece al principio, una vez le quitamos la siempre desagradable pátina de nacionalismo proteccionista, tiene mas razón que un santo:

¡¡niños hagan caso a sus abuelas

y no comerse ya mas pizzas ni hamburguesas

que el arroz y el pescado están muy buenos!!