A varios se nos había ocurrido y también lo habíamos oído por la radio, y leído por ahí. La asociación de ideas era clara: Madrid fue Villar del Río por unos días, como una regresión al Bienvenido, Mister Marshall de Berlanga. Para los que no estuvisteis por mayo en Madrid os pongo en situación: estos días nos visitaron los jueces del COI, encargados de evaluar la candidatura olímpica Madrid 2016. Si no fuera así ¿para qué iban a servir toda la publicidad desplegada en vallas publicitarias, chirimbolos, pancartas en andamios, cabeceras de periódicos y todo tipo de soporte publicitario? Aparte de crear afinidad con el proyecto tuvo que ser importante que cuando los jueces atravesaban la ciudad vieran implicación con el proyecto, o por lo menos publicidad de la candidatura en las calles. El informe que ha publicado el COI hace unos días sobre las candidaturas olímpicas deja claro que en España y en Madrid la opinión pública es favorable al evento, lo que pasa es que no ha salido tan bien parada en otros apartados apartados y parece que se ha quedado sin muchas opciones de victoria.
Madrid también los recibió levantando de nuevo sus calles y engalanándose como siempre lo ha hecho: poniéndose en obras. Coincidía su visita con la puesta en marcha del plan del gobierno de España (Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo, el llamado Plan E) que ha permitido realizar las obras para las que ya no quedaba presupuesto. Una inversión, en el municipio de Madrid, de 554 millones de euros (554.372.938,94 €) que permitirá construir escuelas infantiles, acondicionar instalaciones deportivas y, entre otras cosas, reurbanizar lo urbanizado. Cabe preguntarse por la pertinencia y urgencia de alguna de las actuaciones y sobre todo por la idea de intentar salir de la crisis echando más leña al fuego: seguir invirtiendo en el sector de la construcción. Un fuego que no puede ser eterno, a no ser que juguemos a abrir y cerrar zanjas, a construir y demoler sin parar, a jugar a ser Sísifo en el infierno. El problema es la cantidad de recursos consumidos, la producción de residuos y que se nos acabe el dinero para seguir construyendo ¿habrá otra manera de reactivar la economía sin tener que construir?
Si comparamos estos presupuesto con lo que costó el soterramiento de la M-30 (un presupuesto incial de 4.000 milllones de euros) y al lado de lo que ha costado La Caja Mágica (175 millones de €) ¡quizás podemos llegar a entender esas cantidades con tantos ceros. De este modo poder comparar lo que cuesta acondicionar unas instalaciones deportivas para un barrio y lo que cuesta hacer un edificio de marca.
Os dejamos con un gráfico que compara estos tres datos (Reforma M30 2004-2008, La Caja Mágica y el PLANE en Madrid). También he hecho un listado de los proyectos del Plan E en el municipio de Madrid ordenados por cuantía económica. Para la reforma de los túneles de la M30 he tirado por lo bajo y por poner una cifra redonda (4.000 millones) ya que el coste final puede ascender a unos 14.000 millones.
Algunas asociaciones de vecinos de Madrid han organizado su propia campaña (Madrid 2016 Olimpiadas ¡para quién?) para plantear algunas preguntas sobre la organización de estos juegos olímpicos y, entre otras cosas, mostrar el estado actual de diferentes equipamientos municipales.
Madrid 2016 – De nuevo un gran proyecto para la ciudad pero no para sus ciudadanos: un nuevo y carísimo decorado para ocultar las verdaderas necesidades de los ciudadanos madrileños. Si quieres denunciar con imágenes (fotos o video) el abandono de los equipamientos de barrio, la falta de participación de los vecinos en las decisiones, el creciente desequilibrio entre distritos, la privatización de los servicios públicos, etc… ¡ Que el sueño olímpico sea realmente progreso para tod@s !
A mucha gente le hace ilusión albergar en su ciudad un evento como este, el problema es si una ciudad completamente endeudada, que necesita de ayuda externa (PLANE) para llevar a cabo sus obras y sus promesas electorales, puede permitirse centrar su gasto en organizar unos Juegos Olímpicos. En cualquier caso, gane o pierda, tengo una corazonada: Madrid seguirá en obras, es su sino.