Después dijo que un buen gobernante debe aprender la lengua de su mundo, que es distinta para cada mundo. Y yo creí que con esto quería decirme que en Arrakis no hablan galach, pero me dijo que no era eso en absoluto. Hablaba del lenguaje de las rocas y de las cosas que crecen, el lenguaje que uno no puede oír sólo con los oídos. Y yo le dije que eso era lo que el doctor Yueh llama el Misterio de la Vida
El proyecto cara-b nos está descubriendo el mundo que se oculta detrás de cada ciudad.
Un misterio global y familiar.
Grande como 20 millones de personas y pequeño como un bolsillo.
Recorriendo los procesos ocultos que sustentan metrópolis enteras.
Desentrañando el lenguaje particular de las cosas que mueren varias veces.
Después de Orán viene Cracovia en el horizonte Nápoles, Sao Palo, Nueva Delhi, …
Dijo que el Misterio de la Vida no es un problema que hay que resolver, sino una realidad que hay que experimentar. Entonces le cité la Primera ley del Mentat: «Un proceso no puede ser comprendido más que interrumpiéndolo. La comprensión debe fluir al mismo tiempo que el proceso, debe unirse a él y caminar con él.»
Notas de «Dune», Frank Herbert.