Desde hace ya mucho tiempo hablamos de la importancia de la habilitación frente a la rehabilitación (una relación parecida a la que guardan la reutilización y el reciclaje).
Hay una exagerada tendencia a coger un objeto obsoleto, antiguo y en desuso y repararlo mimetizando los materiales y las técnicas de la época y manteniendo el uso.
Esta es una labor minuciosa que requiere trabajar con precisión, tiempo y dinero.
La idea suele ser revivir el objeto en cuestión pero en lugar de un ser vivo normalmente obtenemos uno momificado o (en el mejor de los casos) disecado.
Con los edificios esta situación es especialmente sangrante pues los costes se disparan y el resultado final es mucho mas deprimente:
-¿Oye troncos y ahora que hacemos con este edificio que ha costado un pastón y no sirve para nada?
-Ya lo tengo ¡¡¡un museo!!!
-Si tío pero ¿qué coño metemos dentro?
-Pues fotos del edificio antes…
-…y de la rehabilitación!
-Eso y si queda sitio..una tienda de souvenirs.
-Qué guapo.
-Mazo que sí.
Creemos firmemente que antes de una costosa rehabilitación es mucho mejor pararse a reflexionar e intentar una «habilitación» repensar el programa del edificio e invertir el tiempo y el dinero en darle una nueva vida acorde a la memoria del lugar. Buscar una nueva utilidad para los propietarios o la comunidad que lo va a disfrutar y utilizar un sistema constructivo no intrusivo (ligero y desmontable) que afecte lo menos posible a la estructura original.
Gracias a Dios podemos empezar esta serie con un maravilloso ejemplo: la Librería Selexyz en Maastricht del estudio Merkx-Girod.
Los propietarios de la iglesia querían construir una tienda de libros para ello necesitaban 1.200m2 y solo tenían 750 disponibles en planta por lo que se hacía imprescindible levantar una segunda altura.
Frente a este problema el grupo de arquitectos propuso dividir el programa en diferentes espacios y centralizar el almacén de libros en una estructura metálica autoportante de 3 plantas que mantuviera una elegante distancia con los paramentos de la iglesia de esta manera podían mantenerse intactas las propiedades espaciales y el ambiente de silencio y recogimiento.
El resultado es este milagro.
Muchas gracias a Nata de Laboratorio Urbano por el hallazgo.
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Pd1. Por supuesto este ejemplo es imperfecto y hay unas cuantas cosas que he dicho que no se cumplen, pequeñas licencias o mentirijillas sin maldad (si alguien las descubre que se las guarde para sí), pero en próximos post esperamos acercarnos al ideal sin faltar a la verdad.
pd2. En otro orden de cosas la historia de este edificio es impresionante, con un parecido mas que razonable a la del Michigan Theater de Detroit pero con final feliz…a ver si saco tiempo un día de estos para contarla.
Un post fenomenal… muchas gracias!
¡me encanta!
juer, estoy con juan, muy buenos post!
saludos invernales!!