Fotos Basurama (Pablo Rey y Rubén Lorenzo). Para la Exposición basurama panorámica
En la actualidad, el consumo se comercializa como instrumento de participación social. El teléfono, las telecomunicaciones e Internet se promocionan como medio para que la gente pueda estar en contacto con el mundo. Pero, según observó E. J. Mishan en la década de 1960, a pesar de los enormes avances realizados en las comunicaciones, la gente sabe sobre sus vecinos menos que nunca a lo largo de la historia. La ausencia de un contacto real da lugar a intentos desesperados de llenar el silencio con ruidos y distracciones triviales: la música ambiental de los centros comerciales, la radio comercial y los televisores en las salas de espera de los aeropuertos. Esa desazón que produce el silencio y la quietud es un fenómeno moderno, pero se ha ido desarrollando, por lo menos, desde que comenzó la urbanización acelerada. John Stuart Mill fue uno de los primeros en advertir el impacto psicológico del aumento de la densidad de población y la urbanización de la sociedad: «No es bueno para el ser humano verse siempre e ineludiblemente en presencia de su especie. Un mundo del que se haya extirpado la soledad representa un pésimo ideal. La soledad, en el sentido de estar a menudo a solas, es esencial para lograr cualquier hondura de reflexión o de carácter».
Podríamos decir que es el mal de nuestra época: estamos demasiados solos, pero no tenemos suficiente soledad.
Clive Hamilton, El fetiche del crecimiento.
estamos demasiado solos, pero no tenemos suficiente soledad.. ¿o quizá al revés? quizá hay demasiada soledad en las grandes urbes, siempre rodeados de gente.
solos en la era de la ‘sobrecomunicación’.
2 de estas fotos han salido en la edición de hoy de Courrier International!!
de la 38 a la 40 un reportaje estupendo sobre la locura urbana que azota nuestra ciudad…para nosotros es un honor salir en esta revista aunque sea codo a codo con paco el pocero y las locuras de paracu…
…si ya lo decia yo…cuán imprescindible es una puerta para poder aislarse un ratito…